El
baloncesto es el deporte que más se practica en el país, con el que mas se
identifica la juventud y el que mueve más dinero solo detrás del beisbol otoño
invernal.
Su
presencia es tal que cada provincia monta un evento llamado torneo de
baloncesto superior que en la mayoría de los casos se convierte en el espectáculo
de mayor atractivo del lugar como por ejemplo el caso del torneo de Santiago de
los Caballeros, que luego del beisbol es la actividad a seguir.
Es
precisamente el torneo de Santiago que motiva el presente escrito pues este
inició con un gran impase debido a la huelga llevada a cabo por los cronistas
que llevan las incidencias. Es una lástima que eso ocurra, sin embargo, lo peor
es que esta situación ha dejado al descubierto el miserable salario que devengan
los cronistas.
Es
cierto que el llamado “mejor torneo del país” ha seguido con sus precariedades económicas
y que le ha resultado difícil establecer salarios dignos para todos los que
accionan en el, principalmente sus protagonistas que son los jugadores, mas nos
parece que el problema económico deviene del pobre concepto de sus
organizadores, por qué?
Les
podemos asegurar que si los organizadores del certamen pagaran mejor, la justa
seria otra. Sería otra porque el baloncesto en todo el mundo es el mismo, la
diferencia es como se proyecta el espectáculo. El pago al personal técnico, su valorización
guarda una relación muy estrecha con el éxito de los eventos.
Citemos
el mejor ejemplo, la NBA. Este en sí es un torneo como los nuestros salvando la
distancia de mercado, la diferencia fundamental radica en que toda la
grandiosidad que se ve es una creación del personal técnico, porque lo que se
da en la cancha allá es lo mismo que se da aquí, baloncesto entre equipos compuesto
por jugadores buenos y malos. Todo recae en los medios, televisión, internet, radio,
lo demás es cancha y la cancha per se no proyecta nada. Los jugadores son los
actores pero, que es un actor sin el Director?
Otro
ejemplo lo tenemos aquí, y esta tan cerca como el torneo de la Vega, el que ha
invertido cuantiosas sumas en la proyección del evento sustentado en sus técnicos,
de ahí que la competencia haya adquirido otro nivel y cada vez sube un peldaño.
El
caso de Puerto Plata anda por el mismo camino de Santiago, pero peor, con
salarios que nos daría vergüenza dar a conocer por aquí, aun y cuando para el
2004 y hasta el 2008, el salario por transmisión era mayor de lo que se paga
hoy en Santiago, y casi el doble de la actualidad en la misma Novia del Atlántico. Por supuesto, no es coincidencia que esos torneos fueron los mas exitosos en lo que va del 2000 para aca.
A
los colegas cronistas de Santiago le decimos que tienen nuestra solidaridad, y a
los organizadores del certamen les damos nuestro perdón, ya que sabemos que el
problema es que ignoran los beneficios que genera pagar bien y entender el gran
compromiso que es proyectar.